Tal vez durante tu carrera laboral te soliciten participar en alguna junta de trabajo, o te pidan hacerte cargo de alguna situación nueva, o que te hagas cargo de un nuevo puesto, o que resuelvas un problema que antes no se había presentado. Todos esos casos, al ser nuevos para ti, representan la posibilidad de aprender algo más, el reto es reducir al mínimo la curva de aprendizaje para que puedas dar resultados rápidos, y por ende ser más eficiente.
Para incrementar tu eficiencia, te propongo los siguientes cinco puntos; seguirlos en el orden propuesto te asegura lograr el objetivo,
sin embargo podrías llevar a cabo mas de uno al mismo tiempo, para acelerar el aprendizaje y el dominio del tema en cuestión.
Lo puedes hacer en un hoja de papel, o si lo prefieres, en electrónico utilizando herramientas que puedes encontrar en Internet.
1. Dominar el vocabulario
Es necesario que conozcas todas las palabras relacionadas con el tema a tratar, para eso lee toda la documentación que tengas a tu alcance, y en ella subraya las palabras que desconozcas, ya sea por significado o por el contexto en el que estén inmersas, así podrás dimensionar el conocimiento que aún te falta para al menos tener dudas puntuales sobre el tema. Saber cuánto te falta por aprender te ayudará a dimensionar el esfuerzo que tendrás que aplicar. Si lo que sabes no te alcanza para tener dudas entonces lo ignoras todo.
[bctt tweet=»#Coaching Si no sabes lo suficiente para tener dudas entonces lo ignoras todo» username=»mpcosgaya_coach»]
Comienza tu aprendizaje consultando en diccionarios propios del idioma, y en diccionarios especializados en el tema, todas las palabras que hayas identificado.
2. Analizar sintaxis
Recuerda clases básicas de sintaxis para que puedas identificar los enunciados, los sujetos, los predicados; para poder descomponer los predicados en verbo, complemento directo, complemento indirecto y completo circunstancial; clasificar las palabras en sustantivos, adjetivos, y adverbios. Esto sirve para comprender ideas completas dentro de la documentación, e identificar y clasificar con toda seguridad y claridad las dudas que pudiera dejarte la documentación. Este análisis te ayudará a responder las preguntas clave:
¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿Cómo?, ¿Quién?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Cuánto?
3. Hacer diagramas
Hacer diagramas te facilita tener una visión de alto nivel de la información y de la organización de la misma, además con ellos podrás te permite consultarla y mantenerla de manera rápida.
Ahora que tienes claridad sobre el vocabulario, puedes crear un mapa conceptual que te ayudará a enlazar de manera gráfica los sustantivos que consideres más importantes, y a identificar posibles dudas que tengas respecto a cómo se relacionan.
Con este tipo de mapas identificas la idea principal y su relación con las ideas secundarias que la sustentan, mientras lo elaboras te darás cuenta de las ideas que aún te parecen aisladas de las demás.
La secuencia en la que se suceden las acciones del tema te permite situarlas en el tiempo y, en base a esto, dar prioridad a las dudas que te vayan surgiendo.
Por otro lado, con estos diagramas entenderás qué información, cuáles datos o qué insumos se transforman para conseguir los resultados del tema que estás tratando de dominar asimismo, cuáles son los procedimientos mediante los cuáles se consigue esa transformación, cuánto tardan y cuáles se llevan a cabo en paralelo.
Diagramas de flujo de responsabilidades cruzadas
Quien hace qué, y en qué momento. Este diagrama se hace para saber cual es el ámbito de acción de los diferentes participantes, y así identificar roles, puestos, y su nivel de influencia. Toma en cuenta que los participantes no sólo pueden ser personas sino sistemas, o entes como el mercado, la bolsa de valores, los medios de comunicación, etc. Este diagrama podría sustituir al de procesos porque incluye tanto a responsables como la secuencia temporal de sus actividades, sin embargo, toma en cuenta que al estar orientados a los participantes, podrías estar representando procedimientos en lugar de procesos.
4. Recopilar dudas
Mientras llevabas a cabo los puntos anteriores, ibas acumulando dudas, es el momento de agruparlas así:
Dudas de concepto:
En general la documentación que leerás utiliza las palabras tanto por su significado como por el concepto que representan en el contexto del tema del cual se trate. En el primer punto ya identificaste las palabras que no conocías y ya te ocupaste por conocer los significados, sin embargo es posible que aún no te quede claro el concepto que estén representando en el tema que estés estudiando.
Dudas referentes a ideas:
No te queda claro cómo es que un sustantivo realiza cierta acción, o en qué momento se realiza cierta acción, quién realiza cierta acción, cuáles son los insumos que requieren los procedimientos, cuáles y para qué sirven sus salidas.
Dudas de proceso:
Aun te quedan preguntas sin resolver respecto a la secuencia de pasos a dar para transformar insumos, sobre la utilidad de lo que una acción produce, lo que alguno de los participantes hace, o para qué sirve cierta herramienta.
5. Consultar dudas
Ahora que tienes tus dudas organizadas, podrás consultar con los expertos. Los expertos son autores de libros, así que podrías buscar en la biblioteca física o electrónica de tu preferencia, también habrá expertos cerca de ti, tal vez sean varios, algunos en relación a algunas ideas, otros a conceptos, y obviamente podrías recurrir a los diferentes participantes del tema a tratar. En todo caso tus preguntas serán más claras, directas y explícitas, porque tendrás bases sólidas para plantearlas.
Con estos cinco puntos tendrás un conocimiento amplio del tema, o el problema. Aprenderás rápido todo lo que esté a tu disposición, y estarás en posibilidad de realizar las preguntas adecuadas para encontrar las soluciones, para detectar riesgos, y para seguir aprendiendo.
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