
Durante tu carrera profesional, seguramente verás intentos fallidos de promoción a puestos gerenciales. Muchos de esos fracasos se deben a errores u omisiones en la comunicación por parte de los aspirantes.
Los gerentes invierten entre el 15% y el 90% de su tiempo comunicando, es por eso que esa habilidad es imprescindible en cualquier profesional que aspire a este tipo de puestos.
El correo electrónico es, hoy por hoy una de las herramientas más utilizadas por los gerentes para comunicar asuntos relacionados con sus actividades diarias tanto con sus subalternos como son sus pares y sus superiores.
La habilidad de comunicar vía correo electrónico va más allá del uso del software para envíar y recibir, de la ortografía y aún del estilo de redacción.
La creación de correos electrónicos debe estar incluída en un plan de comunicación que a su vez forme parte de tu estrategia de desarrollo profesional y laboral, de otra manera el camino a la gerencia será sinuoso, errático y largo.
El uso del correo electrónico debe tomar en cuenta el entorno
La planeación a la que me refiero debe tomar en cuenta y baserse en el entorno laboral, que para estos efectos incluye la cultura organizacional, las normas, reglamentos, leyes, estándares, modelos y metodologías a las que está sujeta la organización así como usu visión, misión, valores, políticas, métodos, procedimientos, y estrategias tanto financieras como comerciales
Enviar correos electrónicos que no tomen en cuenta lo antes mencionado, son ignorados por sus destinatarios y, en la mayoría de los casos, impactan negativamente tu carrera profesional.
Por eso necesitas, más temprano que tarde, dominar el entorno; que al menos te asegures de tener acceso a toda la información relacionada.
Los correos electrónicos sirven de evidencia cualitativa y cuantitativa de tu trabajo, lo cual incluye tu conocimiento del entorno.
Imagina un correo en el que implícitamente solicites que la empresa incurra en pérdidas económicas o en incumplimiento de compromisos con proveedores o con clientes, sin dudarlo la consecuencia sería perjudicial para tí.
No sólo el entorno debe dominarse y tomarse en cuenta para la planeación de tu comunicación laboral y profesional, también la situación, y el momento; pero de ello te compartiré en otra oportunidad.
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