La pregunta más difícil de contestar durante nuestra carrera laboral es ¿Qué vendo?, de hecho; muchos la comenzamos sin al menos habérnosla planteado.
La respuesta varía a medida que avanzamos en nuestra carrera laboral. Nuestro inventario de activos de los cuales sacar provecho cambia cualitativa y cuantitativamente. Los principales activos que identifico son: tiempo, conocimientos y habilidades los cuales tienen en ese mismo orden preponderancia a lo largo de nuestra vida la cual divido en el mismo número de fases a las que nombro de acuerdo al activo más abundante en ella.
Tiempo
Durante mi paso por algunas empresas he podido observar que, independientemente de la escuela o facultad de la que se egrese invariablemente nos vemos obligados a vender tiempo, esta venta va desde permanecer en la oficina jornadas que van a más allá del horario normal hasta tener que dedicar parte de nuestro tiempo libre a actividades relacionadas con el trabajo, entre esas actividades podemos mencionar: estudiar para adquirir conocimientos o profundizarlos sobre algún tema necesario para la tarea que nos encomendaron, realizar pruebas de lo que pretendemos hacer, e inclusive la búsqueda en foros o publicaciones de algún gurú que ya se haya enfrentado a algún problema que no nos deje dormir. En casos más extremos inclusive dedicamos tiempo a realizar alguna labor no necesariamente relacionada con las tareas para las cuales nos contrataron. En estos casos los activos que estamos vendiendo y que nos están comprando es tiempo, la base de conocimientos que traemos de la academia y la disponibilidad que demostremos para venderlos.
Conocimientos
Cuando avanzamos un poco más en nuestra carrera laboral tendemos a acumular más conocimientos, mismos que nos ayudan a realizar nuestras tareas más rápido y a resolver una mayor cantidad de problemas eficientemente, o al menos nuestras opiniones se toman en cuenta para la planeación de tareas, toma de decisiones y, hasta se nos pide validar lo realizado por el equipo del que tomamos parte. Ya compran más conocimientos y la venta de tiempo baja porque ahora ya invertimos menos tiempo que antes en tareas relacionadas con el trabajo aunque es posible que, siguiendo el mismo camino que seguimos durante varios años de estudio y durante nuestra primera fase laboral continuemos estudiando para adquirir más conocimientos.
Habilidades
Al avanzar aún más vamos adquiriendo experiencia, aplicamos habilidades natas, y las que hemos adquirido hasta ese momento, éstas habilidades pueden ser de comunicación, de liderazgo, de interacción con otras personas, visión de alto nivel, identificación de rasgos culturales organizacionales, identificación de roles asignados a un puesto, adaptación y adopción a diferentes estilos de liderazgo.
En general estas habilidades se van adquiriendo o afinando en la medida en la que se nos da la oportunidad de tener las experiencias necesarias para ello. Es así que las oportunidades de participar y aún dirigir algunas reuniones, las de hacernos responsables de algún equipo de trabajo, de tener contacto con gente de diferentes puestos de diferentes líneas jerárquicas, de negociar en diferentes foros y algunas otras son las que nos enriquecen en experiencias que nos dan las habilidades mencionadas.
- Plenitud de capacidades
Llega un momento en que tenemos un conjunto de conocimientos muy amplio, habilidades plenas y… poco tiempo. Mientras transcurren las etapas mencionadas anteriormente y aunque parece obvio, también ocurren cambios en nuestra vida personal, privada, la que no tiene que ver necesariamente con las actividades laborales aunque en gran medida dependen de ellas. Nuestros planes de vida se van ejecutando y vamos adquiriendo bienes materiales y relaciones personales que a medida que se acumulan nos van demandando más y más tiempo.
Nuestra vida social nos demanda cada vez más al tener más gente cercana a nosotros. Amigos, familia, socios, compañeros de trabajo requieren tiempo, de igual manera los compromisos y responsabilidades adquiridos para cuidar e incrementar nuestro patrimonio. Y si decidimos conseguir otro grado académico o iniciar un negocio propio el tiempo será menor.
Nos vemos entonces en la necesidad de repartir nuestro tiempo ahora en muchas más partes que antes, es por eso que el tiempo dedicado al trabajo debe ser utilizado de manera óptima, debemos cumplir con nuestra obligaciones en el menor tiempo posible y con la mayor efectividad de la que seamos capaces y para esto debemos aplicar todos nuestros conocimientos y habilidades.
Vemos en este momento que nuestros mayores activos a vender son los conocimientos y las habilidades, ahora nosotros tomamos decisiones, dirigimos las juntas, indicamos las metas y damos seguimiento al trabajo de otros, negociamos, mediamos, comunicamos, requerimos. - Cabe señalar que en cada una de las fases en algún momento nos encontraremos en una zona de comodidad que puede llegar a impedirnos ver la necesidad de comenzar la fase que sigue.
El riesgo que se corre con lo anterior es perder la oportunidad de tener mayor cantidad y calidad de activos a vender, lo que podría obligarnos a permanecer por mas tiempo del que nos hubiera gustado en el mismo puesto y rol o roles.
Permanecer en el mismo puesto y rol por mucho tiempo sería agradable siempre y cuando a cada momento estemos consientes de la dificultad para pasar a la siguiente fase y si estamos conformes con los que se nos da a cambio de lo que vendemos, es decir; si estamos conformes con el sueldo, el reconocimiento, la comodidad y la estabilidad que conseguimos.
En cada fase obtendremos bienes tangibles e intangibles a cambio de nuestros activos, entre ellos: dinero y reconocimiento, algunos otros son: proyección, estabilidad, conocimientos y experiencias; claro que estos no son todos y no aplican para todos los casos pero son los que identifico más claramente.
A medida que vamos avanzando sobre las fases mencionadas anteriormente nosotros vamos teniendo diferentes necesidades mismas que deberemos satisfacer a cambio de nuestro trabajo, de esta manera es como descubrimos que realmente estamos haciendo una venta de la cual no sólo obtenemos dinero y, como en todo negocio identificamos el o los activos con los que negociamos, hacemos literalmente una comparación de lo que damos a cambio de lo que recibimos a fin de verificar qué tan favorable nos es la relación costo beneficio.
Con esto estamos en posibilidad de negociar con nuestro contratante (que en este momento pasa a ser nuestro cliente) a fin de llegar a un acuerdo que sea benéfico para los dos. Como en cualquier negocio es posible que no se llegue a ningún acuerdo.
- Casos Especiales
Existen casos en los que algunas personas al menos intuyen que la zona de comodidad ya no es suficiente para satisfacer sus necesidades, es entonces cuando se encuentran con la disyuntiva de recuperar el tiempo para pasar a la siguiente fase o bien, vender algún otro activo.
El activo que se tiene más a la mano es el tiempo por muy escaso que sea y es invariablemente el que se utiliza para nivelar la desventaja que se vive en ese momento. De ahí que vemos como se comienzan a realizar tareas y a tomar acciones que no siempre tienen que ver con el aspecto laboral, gente que invierte tiempo en incrementar su presencia en ir a comer con el jefe, en realizar aquéllas actividades que sus superiores no quieren hacer y que no se atreven a delegar porque juzgan que no es correcto hacerlo, en hacerse de información no oficial para compartirla con sus jefes. Todo lo anterior con la esperanza de poder acceder a beneficios que de otra manera no lograrían. Aquí la estrategia de venta se basa en agregar más tiempo a la oferta a cambio de un beneficio a futuro el cual puede ser asegurar la permanencia en la zona de confort o la salida de esta asegurando el paso a la siguiente fase.
También existen aquéllos casos en los que la zona de comodidad está basada en conocimientos especializados y particulares de la organización por ejemplo: procedimientos, procesos, intereses políticos, operación de sistemas, operación de maquinaria, automatización de procesos. Al ver esta situación las personas tienden a proteger al máximo el conocimiento cuidándose muy bien de compartirlo, con esto; suponen que se hacen indispensables para la organización misma que no los dejaría ir hasta que ellos quieran. Es decir, basan su proceso de compra – venta en la especulación de su activo mas valioso que en este caso es el conocimiento de la organización.
No se trata de hacer juicios de valor, estos dos casos especiales no son buenos o malos. Sólo se trata de describirlos para entender cuál es la lógica que se encuentra detrás de ellos al igual que de las fases descritas.
- Los retos
Todo lo anterior implica varios retos:
Preguntarnos y respondernos recurrentemente que es lo que vendemos
Saber qué es lo que queremos vender al corto, mediano y largo plazo
Planear las acciones a tomar para adquirir aquéllos activos que queremos vender
Identificar recurrentemente los conocimientos y habilidades con los que contamos
Buscar aquéllas organizaciones, puestos y roles en los que se requiera lo que nosotros vendemos
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