Emplear es parte de tu negocio, no es un favor que te hace quien contratas ni viceversa, es tratar a un empleado como lo que es; un adulto que toma sus propias decisiones, que es responsable de enfrentar las consecuencias de sus acciones, que vela por sus propios intereses y que, como tu busca satisfacer sus necesidades.
Dar empleo es también pedir ayuda, es una relación de negocios en la que estás comprando algo que necesitas a cambio de satisfacer algunas necesidades de alguien.
Es importante saber qué necesidades tiene la persona a la que contratas, tener en cuenta que no sólo necesita dinero, tal vez requiere reconocimiento, crecimiento profesional, proyección profesional, seguridad financiera (Que no es lo mismo que un sueldo fijo), saber esto te permitirá establecer mejores condiciones para negociar.

Si bien es necesario que tomes en cuenta las necesidades de la persona, no se trata de asumir una posición paternalista ya que con quien tratas es una persona adulta que está acudiendo por su propia voluntad a hacer un trato de negocios contigo, que está en total libertad de tomar la decisión de aceptar o no lo que tu ofrezcas y de comprometerse a cumplir lo que está ofreciendo.
Por otro lado todas las implicaciones administrativas, financieras y contables que implica emplear a alguien se verán reflejadas en el dinero en dos sentidos, tanto en las entradas como en las salidas. [bctt tweet=»Que la relación de negocios sea fructífera dependerá tanto de ti como del empleado, cada uno viendo por sus propios intereses así como de los intereses que tengan en común»].
Emplear es parte de tu negocio, por lo que merece al menos la misma atención que la línea de producción, los temas contables y financieros y que la planeación, así que al igual que todas las otras actividades deberá tender a ser sistematizada, estructurada y formalizada siempre teniendo en cuenta que tratas con personas adultas.
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