Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.
San Agustín (354-430) Obispo y filósofo
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Dividir en etapas la vivencia del amor de pareja es una forma de racionalizar el amor romántico. No pretendo tener la última palabra ni el último gran descubrimiento sobre el amor de pareja, presento aquí sólo un punto de vista, una forma de conceptualizarlo, en este sentido admito que esto es mucho más mental que sentimental está escrito más con la mente que con el corazón, pero tiene una alta dosis de experiencias propias y ajenas, perfectamente estructuradas de acuerdo a la ciencia y otras perfectamente sentidas, dolidas, disfrutadas, por mí y por aquéllas personas que me han confiado este aspecto de su vida. Confío en que te sirva como brújula para saber en donde estás como pareja y que te ayude a tomar las acciones que creas convenientes. Si ya no estás en pareja te servirá para aclararte algunas dudas respecto a lo que sucedió. Si aún no lo has estado encontrarás una forma de enfrentar las diversas situaciones por las que probablemente pasarás cuando lo estés.
Etapas del Amor de Pareja
El amor de pareja se vive al menos en tres etapas:
Enamoramiento
Vivir en amor
Amor incondicional
Enamoramiento
Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo sólo puede encantar si es o parece ser perfección.
(José Ortega y Gasset)
En la etapa del enamoramiento todo es «color de rosa», lo que hace la otra persona es perfecto, de hecho ¡Es perfecta!, es lo más cercano a la felicidad plena.
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En el enamoramiento estamos dispuestos a recibir lo que la otra persona nos dé; esa persona nos da lo que ella considera que es lo mejor de sí misma y mientras, nosotros lo recibimos.
Pero ¡Tú también das lo que consideras lo mejor de ti!, eso permite que se mantenga la «magia», siempre están de acuerdo, y sino cualquiera de los dos está dispuesto a ceder para que ver feliz al otro. Es la etapa del consentimiento, los dos se consienten mutuamente.
En esta etapa que típicamente ocurre mientas no viven juntos, cuando llegan a discutir o a estar en desacuerdo basta que pasen algunas horas separados para que el problema se acabe; para que uno, otro o los dos dimensionen el conflicto a la luz de que recibe de cada uno. En general lo que se recibe del otro es tan grande que cualquier otro aspecto se ve como «insignificante».
Alguno de los dos puede estar ya en esta etapa mientras el otro no, es entonces cuando quien ya está en ella da comprensión, compañía, afecto, aliento, motivación al otro y éste otro recibe todo esto como muestra de cariño, de afecto y termina entrando también en esta etapa (sino entra entonces no podremos hablar de amor en pareja)
Los planes de la pareja de enamorados son grandes, abarcan el mundo entero

tanto en lo físico como en lo emocional, espiritual y material; sin embargo son planes no detallados; la omisión de detalles se debe en gran medid a la falta de experiencia o conciencia de lo qué es vivir en la siguiente etapa.
En esta etapa se llega a romper la relación porque alguno de los dos entre en la siguiente etapa y el otro no.
[piopialo vcboxed=»1″]#Coaching La relación termina en el enamoramiento porque alguno no pasa a vivir en amor[/piopialo]
Vivir en Amor
Típicamente esta etapa se encuentra durante los primeros años de vivir juntos, o bien cuando la etapa de enamoramiento «de color rosa» comienza a decolorarse para dar paso a muchos otros colores, entre ellos el blanco y el negro
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La dinámica de la vida diaria hace que surjan aquéllos «detalles» que no se veían durante el enamoramiento, por ejemplo: resulta que la pareja «no usa adecuadamente la pasta de dientes», «que exagera en su exigencia por el orden», «no comemos lo que a mí me gusta», «tiene demasiados compromisos sociales», «no le gusta ir a visitar a mi familia», «no quiere salir de casa de sus papás», «antes me veía diferente», «ahora no me presta atención», etc, etc; etc.

Es entonces cuando ya no sólo recibes lo que la otra persona da, sino que comienzas a pedir. ¡Si, a pedir!, en el mejor de los casos pides claramente, en el peor asumes que es tan claro lo que pides que tu pareja te lo proporcionará porque «si me ama tanto como dice, seguro sabe lo que necesito» y entonces callas aunque tu silencio se limite a la comunicación verbal pero, ¿Qué tal la no verbal?; los gestos, los «modos», ademanes, inclusive tu forma de vestir o de comer «gritan» que algo te falta o que algo no te gusta.
Un ingrediente probablemente desconocido para ti es la falta de soledad. Ahora cuando se empieza alguna discusión o se plantea algún desacuerdo y los dos o alguno se enoja, ya no hay la posibilidad de separarse por algunas horas para reflexionar a solas lo sucedido porque ¡Comparten la misma recámara!, o porque ¡Ya no bastan esas horas a solas!.
[piopialo vcboxed=»1″]#Coaching el respeto a la soledad de la pareja es de vital importancia para mantener la relación[/piopialo]
En esta etapa es cuando se tiene la oportunidad más importante para crecer en pareja.
Es necesario partir de dos premisas que serán la base del éxito de esta etapa:
Nadie da lo que no tiene
Nadie da lo que no se le pide
[piopialo vcboxed=»1″]#Coaching Premisas clave para vivir en amor: Nadie da lo que no tiene, nadie da lo que no se le pide[/piopialo]
¡Si, nadie da lo que no se le pide!, esa persona super especial que se enamoró de ti, te dio lo mejor de ella ¡Sin que se lo pidieras!, esa fue la «magia» del enamoramiento; esa persona te vio , te escuchó, te sintió y en base a esa observación dirigió todas sus energías a darte lo que alcanzó a percibir que necesitabas, pero repito: lo que alcanzó a percibir.
Partiendo de esas dos premisas se pueden lograr grandes avances, crecimiento, metas, objetivos y felicidad.
Si le pides a tu pareja algo que no tiene ¡No te lo va a dar!, sin embargo es posible que lo adquiera y que eso la haga crecer como persona, por ejemplo: Si su estándar de comodidad no incluye el orden práctico de sus pertenencias y tu le pides que las ordene, es probable que por ti haga el esfuerzo de adquirir un nuevo hábito que hará que sus cosas se mantengan siempre a la mano ahorrando tiempo, que se mantengan en buen estado lo que evitará gastos innecesarios.
Pero también puedes suceder esta situación a la inversa:
esto pasa por ejemplo cuando tu pareja te pide recortar gastos que considera innecesarios para poder ahorrar y comprar algo para su casa, para sus hijos o para ustedes; si no tienes al hábito del ahorro, o bien estás gastando en cosas de las que bien podrías prescindir y te esfuerzas por satisfacer a tu pareja , entonces te convertirás en una persona ahorradora y cuidarás tu dinero de una forma adicional a las que ya tenías; crecerás.
Como te habrás dado cuenta, para que las dos premisas se pongan en práctica se necesita comunicación clara precisa y exacta entre tu pareja y tu, es aquí en donde todas las habilidades de observación que se pusieron en práctica durante el enamoramiento, deben utilizarse exhaustivamente para entender claramente qué es lo que tu pareja quiere y al mismo tiempo, tú debes expresar con claridad lo que quieres.
[piopialo vcboxed=»1″]#Coaching Comunicación precisa y exacta = respeto y amor a tu pareja[/piopialo]
Continuamente realiza estos dos ejercicios:
En los dos ejercicios me refiero a lo que cada uno le da a su pareja en todos los ámbitos: emocional, espiritual, físico, intelectual, material.
Si tu pareja no te da lo que le pides, si por alguna razón no crece en el sentido que tú le estás pidiendo, debes valorar y poner en la balanza lo que sí te da, lo que sí creció, contra eso de lo que vas a carecer, es aquí donde pones en práctica conscientemente eso que inconscientemente hacías durante el enamoramiento para ver lo que sí tienes y dejar de ver lo que no tienes.
De igual manera trata de poner en la balanza lo que tú si le has dado a tu pareja, lo que sí has crecido y lo que no le has dado, lo que no has crecido.
Cuando ya hayas hecho estos dos ejercicios tendrás claro aquello que:
Tienes
Careces
Aportas
No aportas
Con esta claridad estarás ahora sí en posición de tomar decisiones: crecer en lo que aún no lo has hecho, aceptar con agrado lo que tu pareja de ofrece, insistirle en que crezca de la forma que tu le pides, pedirle que crezca de una forma diferente, o cualquier otra decisión.
Lo más importante de esto es que siempre tengas en cuenta que estas

decisiones tienen que ver contigo, con tu personalidad, tus gustos, tus valores, pero sobre todo con tus sentimientos, nada tienen que ver con lo que otras personas opinen o sientan; tú eres responsable de tus decisiones, de tus observaciones de tus necesidades y de tus aportaciones.
Con esta base sus planes serán cada vez más detallados, cada vez las acciones que tomen para llevarlos a cabo serán más certeras y formarán un círculo virtuoso de:
autoconocimiento – conocimiento del otro – crecimiento – éxito – felicidad.
Su relación de pareja tendrá un ingrediente que siempre estuvo ahí pero ahora estará en una dosis más significativa: la amistad.
Si tu pareja hace los mismos ejercicios, y se responsabiliza de sus propias decisiones entonces los dos crecerán juntos y sea cual fuere el camino que tomen siempre estarán unidos por este autoconocimiento y reconocimiento del otro.
Amor Incondicional
Amor Incondicional es el que profesa sin esperar nada a cambio
Cuando ya sabes lo que das, lo que recibes, lo que puedes esperar y no, entonces entras en una etapa diferente, en una etapa en la que tu pareja es el ser al que más conoces además de ti, conoces tanto a esa persona que sabes exactamente lo que ignoras de ella.
[piopialo vcboxed=»1″]#Coaching Amor Incondicional de Pareja: le conoces tanto que sabes exactamente qué ignoras[/piopialo]
El amor incondicional no es necesariamente es el amor sacrificado que es capaz de renunciar al amor de la otra persona para que sea feliz, en ese caso ya no estaríamos hablando del amor incondicional de una pareja sino de un individuo.
Ya no es importante lo que en su momento pediste y no se te dio, ya no es importante porque todo lo que sí tienes es tan brillante y tan grande que nada lo opaca.
En este escenario ya no pides nada a cambio del amor que das, es el momento en el que tienes porque tienes plena seguridad de su amor con todas sus imperfecciones.
En esta etapa se tienen mutuo respeto absoluto. Sus horarios, costumbres, intereses, gustos, talentos, y áreas de oportunidad son vistos como partes que integran un todo, que integran a la persona a la que aman.
Es en esta etapa en la que la pareja crece, en la que cada uno crece en el sentido en el que mejor le parezca con la intensión de aportar lo que la otra persona no, crecer juntos cada uno respetando el crecimiento del otro y apoyándolo en todo lo que pueda con la certeza total de que así estarán mejor los dos.