El dinero se intercambia por experiencias y sensaciones que se obtienen a través de bienes y servicios.
Este concepto te sirve para saber en qué momento, por qué, para qué y cuánto dinero te conviene intercambiar.
Las experiencias y sensaciones que intercambies por dinero deberán ser de la mayor calidad posible, de la mayor permanencia en tus recuerdos, las más constructivas para ti y para los tuyos y no deben dañar a nadie incluyéndote a ti.
El dinero es un concepto dual, por un lado es una medida variable del esfuerzo, de los bienes, de los servicios y por otro es una mercancía que se intercambia por esfuerzo, bienes, tiempo, y servicios.
Un ejemplo de variación en el tiempo es: El mismo esfuerzo que implica hoy sembrar una hectárea de maíz es el que implicó sembrarlo la temporada pasada pero lo que se le paga a los peones por sembrar puede ser que sea más de lo que se les pagó la temporada pasada.
Un ejemplo de variación al esfuerzo es: Es posible que el mismo esfuerzo que se requiere para producir una lata de frijoles en tu país sea el que se requiere cruzando la frontera hacia el país vecino pero eso no implica que en ambos países tenga el mismo precio.
El ejemplo más claro de variación por cantidad es el oro, el oro es caro porque tiene múltiples propiedades físicas y químicas que lo hacen útil en una muchísimas aplicaciones industriales; pero este metal es muy escaso en el planeta, entonces su medida en dinero varía de acuerdo a la cantidad de oro de la cual se disponga. La cantidad de dinero que se paga por los servicios de un ingeniero petrolero varía de acuerdo a la cantidad de ingenieros de que se disponga en el mercado laboral, si son pocos se paga mucho por cada uno, si son muchos se paga menos.
En el siglo XXI tienes libertad para vender tu esfuerzo en aquélla parte del mundo donde te paguen
más por él, de demostrar tus capacidades sin que necesariamente tengas que desplazarte físicamente
hacia ese lugar.
Las variaciones del dinero son importantes porque te sirven para controlarlo y cuidarlo a fin de intercambiarlo por las experiencias y sensaciones que tus valores te indiquen que sean las mejores en el momento y el lugar en el que tu dinero valga más.
El camino del dinero

El dinero recorre un camino desde que lo estás obteniendo hasta que lo disfrutas.
Este camino es el siguiente:
Obtener.- Si estás empleado lo estás obteniendo día tras día hasta que llega el día de pago, si eres empresario lo obtienes mientras trabajas todos los días hasta el momento de corte, si lo recibes de parte de tus padres o de tu pareja lo obtienes mientras llega el momento en que te lo entreguen. Aunque lo recibas de tus padres o de tu pareja mentalízate en este proceso obteniendo el dinero mientras lo administras. En este paso se encuentra también el tiempo que esperas mientras tu dinero se reproduce ya sea en una cuenta bancaria o en un negocio en el que eres inversionista capitalista.
Tener.- Cuando recibes el dinero y lo ves en efectivo o en una cuenta bancaria dale la bienvenida porque es la materialización de tu esfuerzo, de tu espera; es el resultado tangible de todo eso que has hecho y has dejado de hacer, evita pensamientos que devalúan y comienzan a despedirlo antes de darle la bienvenida. Los pensamientos como “Apenas me va a alcanzar”, “Mas tardo en recibirlo que en gastarlo”, “ Se va a ir en todas mis deudas”, “No dura nada”, y otros de ese mismo estilo te estarán programando para mal gastar el dinero y para devaluar lo que ese dinero representa. Si la cantidad de dinero que se te paga o se te da es injusta o no, es tema de otro momento y de otro tipo de pensamiento. En este paso aprende a pensar en lo que tienes antes de pensar en lo que no tienes.
Invertir.- Ya que tienes el dinero lo puedes invertir, ¿En qué invertirlo? En las experiencias y sensaciones que quieras para ti y para los tuyos. Todos los días tenemos experiencias y sensaciones producidas por los bienes y servicios que intercambiamos por dinero, ¿Qué quieres comer, esa comida es nutritiva y saludable, es sabrosa, deliciosa?, ¿Qué programas de televisión quieres ver?, ¿Qué pluma, cuaderno, teléfono celular quieres usar?, ¿Ya puedes invertir en la casa, el automóvil, el diplomado, la conferencia o el viaje que quieres porque es la experiencia que deseas y que te va a dar las sensaciones que quieres?. Es en este punto del camino del dinero en el que vas a aplicar todos tus valores, a realizar tus sueños. Es muy importante que aquí aprendas a despedir el dinero, para eso tienes dos opciones: hacerlo con lamentaciones y reproches del tipo “Apenas alcanza”, “Esta miseria es lo único que puedo comprar”, “no me alcanzó más que para estas migajas” o despedirlo con alegría por lo que está llegando porque él se va: “Mi dinero me alcanza para comer hoy y mañana, y pasado mañana hasta que mi dinero regrese”, “Puedo pagarme estos zapatos y esta ropa que me protegen y me presentan al mundo con la imagen que quiero proyectar”. Piensa que tu dinero se va para que lleguen los bienes y los servicios que te darán las mejores experiencias y sensaciones, que son las mejores porque son congruentes con tus valores y tus principios, y que además que tu dinero se va para llegar a otras personas a las que dará momento agradables, que se está yendo con una persona honesta y trabajadora como tu que fue quien te vendió el servicio o el bien que ahora disfrutas, ¿Cómo lamentar que el dinero con el que compraste las experiencias y sensaciones que hoy disfrutas vaya a darle a otras personas y a sus familias sus mejores experiencias y sensaciones?, agradece a tu ser superior como sea que tu lo llames el hecho de poder disfrutar los bienes y servicios que pudiste comprar gracias a que tu ser superior te dio la oportunidad de poderlos ganar con tu esfuerzo.
Es obvio que dependiendo de las experiencias y sensaciones que quieras tener será el monto del dinero que debas intercambiar por ellas. Y es por eso que debes tener mucho cuidado y estudiar muy bien los canales por los cuales puedas obtener dinero, no sólo el trabajo diario y arduo es el camino para obtenerlo, también lo es ingresar a los sistemas financieros, emprender negocios o invertir en negocios que ya estén funcionando. El dinero puede ser tu aliado y trabajar para ti, le puedes enviar a trabajar todos los días en el negocio del cual eres socio, en fondos de inversión, en cuentas bursátiles, en intercambio de divisas, etc. Sólo recuerda que el dinero trabaja para ti, que tu eres quien debe tomar las decisiones en base a la observación de todas sus variaciones para que sea productivo.
Disfrutar.- Experiencias y sensaciones para disfrutar, para crecer, para crear, para soñar y plantear nuevas metas es lo que tienes a cambio del dinero, pero ya que las tienes disfrútalas, obtén el provecho que pensaste cuando los compraste. Si ya compraste el automóvil que siempre quisiste ahora no lo sufras, úsalo tanto como lo soñaste, no lo dejes en casa por el miedo a que te lo roben o por el temor a que te asalten, claro que es de sentido común no correr riesgos; pero si te imaginaste yendo a la oficina, a la escuela, a casa de tus familiares, o ir a la playa en ese coche, ¡Hazlo!.
Disfrutar los bienes y servicios no debe implicar el sufrimiento o la afectación a algún tercero; si ya tienes ese automóvil úsalo de forma responsable, evita poner en peligro a quienes vayan contigo y a los transeúntes. Disfruta el servicio, los alimentos, el olor, la iluminación, la temperatura, y el ambiente de ese restaurante al que querías ir pero consume la comida en calidad y cantidad suficiente para que te sientas bien, para nutrirte y disfrutar, pide lo que más te guste y al menos un platillo que nunca antes hayas comido, así podrás decir que algo te gusta o no te gusta porque ya lo probaste, evita discusiones en ese momento, procura recuerdos de los momentos más felices, alegres, jocosos que pasaste mientras obtenías el dinero que intercambiaste por la experiencia de estar ahí en ese momento. Ten presente siempre que en este lugar y en este momento estás construyendo los recuerdos que tendrás en el futuro.
Lo que el dinero no compra
El dinero no compra los sentimientos, emociones, y pensamientos que no se obtienen a través de bienes y servicios, por ejemplo: el primer beso de amor, la última caricia de tu madre, el recuerdo que de ti tiene la gente que estuvo contigo en tu niñez, o la actitud con la que las personas que trabajan contigo hacen su trabajo. Tampoco compra valores, no compra honestidad, valentía, honradez, veracidad, etc. Dale al dinero su lugar en tu vida, recuerda siempre que el dinero no es tu vida.
Deja una respuesta