Descansar es un verbo al que mucha gente le rehuye, lo utiliza como último recurso o bien inclusive se niega a utilizarlo. ¿Perteneces a ese grupo de personas?
Veamos qué es descansar, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española incluye varias definiciones entre las que, para efectos de lo que hoy nos ocupa tomemos las siguientes:

«Cesar en el trabajo, reparar las fuerzas con la quietud»
«Dicho de una persona: Estar tranquila y sin cuidado en la confianza de los oficios o el favor de alguien»
La primera definición es muy explícita, «reparar fuerzas», parece lógico pero no siempre actuamos siguiendo esa lógica ¿Cuántas veces te ha sido obligatorio que descanses?, ¿Cuántas veces descansas porque definitivamente tus ojos ya no responden, tus manos parecen moverse mucho más rápido de lo que realmente lo hacen?, es decir ¿Cuántas veces te has quedado sin fuerzas y eso te ha obligado a quedarte en cama?, y ¿Estando en cama te la pasas pensando y aún soñando con todo eso que estarías haciendo de no estar en cama?, ¿Te abraza la preocupación, la ansiedad y la impaciencia mientras «duermes»?.

Claro es que en esos casos tus fuerzas no requieren reparación porque simplemente ¡No existen!, se acabaron, además ¡No tienes quietud aún durmiendo!, entonces ¿Estás descansando realmente, tu «descanso» corresponde a la definición?, por otro lado ¿Por qué la ansiedad, la preocupación por lo que dejaste de hacer?, ¿No existe otra persona en el mundo que se pueda hacer cargo?, ¿No existe esa persona o no la has buscado por no tener tiempo para hacerlo?, ¿No confías lo suficiente en alguien como para que haga eso que tu has dejado de hacer?, ¿No es posible pedirle a alguien que cubra tu rol?.
Si te has quedado sin fuerzas, no tienes a nadie en quien confiar lo suficiente para que tome tu lugar entonces aunque estés en cama, aunque estés durmiendo ¡No estás descansando!
Seguramente en tu agenda diaria tienes anotado el día en el que debes llevar tu coche a la gasolinera, el día que debes comprar la despensa, los días en que te harás cargo de la oficina por que tu jefe no va a estar, la lista de «el día que debes» puede ser interminable; por otro lado sabes muy bien que si llevas tu coche a la gasolinera cuando el tanque está prácticamente vacío te vas a tardar más en el establecimiento porque llenar el tanque toma su tiempo, pero como aplicas perfectamente tu pensamiento práctico, no lo llenas, pides sólo lo necesario para poder a la siguiente fecha de compra y así tienes todo otra vez bajo control ¿Verdad?, pero probablemente no tuviste en cuenta que antes de que llegue esa fecha vas a tener que acudir en ayuda de un amigo a su casa, o que tus padres te van a pedir que los lleves a alguna cita con el médico o que tu pareja se va a quedar tarde en el trabajo y te pide que pases por su oficina antes de que llegar a casa.
Algo así es lo que sucede contigo, tus fuerzas se van consumiendo y llega un momento en que debes recargarte para poder seguir con tus tareas, con tu vida.
Descansar, una actividad productiva

Si te precias de ser una persona súper responsable y capaz de hacer cualquier cosa por cumplir con tu trabajo, entonces te puede funcionar que incluyas como actividad en tu agenda descansar ¡¿Descansar como actividad?! si, exacto un renglón en tu agenda de trabajo, en tu agenda de productividad que diga «descansar» y que esté programada diariamente. Esta actividad es tan importante que es la madre de todas las demás, es la que las alimenta, la que las lleva del inicio hasta el fin y por lo tanto merece el mismo seguimiento, atención y dedicación que todas las demás. El no cumplir esta actividad será señal de irresponsabilidad, desorganización e indicará que no cumpliste con tu jornada diaria. Cuando no descansas tu productividad tiende a bajar, comienzas a dejar de cumplir compromisos e inclusive a cancelarlos, esto hace que la gente que espera tu trabajo, tus resultados comience a desconfiar de ti, va en detrimento de tu trabajo que, paradójicamente es por lo que tienes la disposición de hacer cualquier sacrificio.
Descanso, esfuerzo y costo
Un adulto debe dormir 8 horas diarias y en general la jornada diaria laboral es de 8 horas.
Cada hora que le quitas al sueño, al descanso se va acumulando, el cansancio se incrementa, ¿Cada hora de esfuerzo que le agregas a tu trabajo incrementa lo que percibes por él?.
Si por día percibes $1000.00 fijos por jornada de 8 horas, al final de la semana tendrás $7000.00, si cada uno de esos días le robas a tu sueño 3 horas para dárselas a tu trabajo entonces estarás durmiendo sólo 5 horas; al final de la semana tendrás 21 horas de cansancio acumulado ¿Vas a percibir el equivalente a esas horas en dinero?, ¿Te parece que esos números reflejan una productividad alta?.
Te sugiero que en todos tus planes incluyas tus horas de descanso, tu productividad será mucho más alta y constante lo que te permitirá cumplir todos tus compromisos, y estarás en una mejor posición para tomar medidas que optimicen tu tiempo.
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