El no querer y el dolor de no tener la experiencia

La naturaleza humana es apasionante, motivante y retadora .

¿Te ha pasado que recuerdas algo que no hiciste porque «no se te antojó», «no te gustaba» o «no llamaba la atención» y ahora piensas lo grandiosa que sería tu vida si lo hubieras hecho?

¿Cuántas veces oíste ordenes o consejos acerca de lo que te convenía hacer «por tu bien» y no lo hiciste?, ¿Por qué no lo hiciste?, ¿Por qué no hiciste caso?

Varias veces me he hecho esas preguntas y se las he hecho a muchas personas, las respuestas han sido «porque no quería», «porque no me llamaba la atención», «porque no me gustaba», «porque no sabía si me iba a gustar», «no me dí cuenta de que lo iba a necesita», todas esas respuestas hablando de ese pasado y en cuanto al presente, «si hubiera sabido, no me estaría pasando esto», «nunca me imaginé cuanta falta me iba a hacer», » si lo hubiera hecho, ahora sería más…», «si lo hubiera hecho ahora tendría…» y muchas más respuestas, algunas menos comunes.

¿Por qué esas respuestas?, bueno, uno se enamora de lo que ve; le atrae lo que en ese momento le satisface alguna de las seis necesidades básica (significado, seguridad, variedad, amor, crecimiento, o contribución, según Tony Robbins) de tal forma que si lo que nos piden, aconsejan u ordenan hacer no cubre alguna de esas necesidades, simplemente no lo hacemos aunque entendamos que no hacerlo nos dañará, sin embargo ¿Qué pasaría si lo intentáramos?, ¿Qué pasaría si lo hiciéramos y descubriéramos que nos agrada hacerlo?. Luego, en algún momento posterior, nos damos cuenta de que si lo hubiéramos hecho no estaríamos pasando un mal momento o, al menos estaríamos mejor y hasta ese momento nos decidimos a tomar acción

Por ejemplo, todas la veces que te dijeron que estudiaras inglés, que tomaras vacaciones que te atrevieras a hablar en público o que practicaras entrevistar a aspirantes a un puesto y no lo hiciste pero lo recordaste cuando no entendiste el manual de la máquina que acaba de llegar de Estados Unidos, o sentías tal agotamiento que comenzaste a fallar en tus tareas.

¿Será acaso que los seres humanos sólo nos movemos por insatisfacción o por sufrimiento?

Por lo anterior podemos ver que al menos hay dos grandes razones por las que no hacemos lo que debemos y después nos arrepentimos:

  • La falta de la experiencia; ya sea no experimentar la necesidad o no haber experimentado hacer lo que debemos
  • La falta de dolor por no hacerlo. Ese dolor llegará después.

¿Por qué sólo movernos a la acción por dolor o por necesidad presentes, por qué no nos basta saber que esa acción nos dará un beneficio en el futuro?, ¿Será acaso que los seres humanos sólo nos movemos por insatisfacción o por sufrimiento?, ¿En pleno siglo XXI aún nos comportamos como seres meramente instintivos?.

¿Qué es lo que hoy mismo te están aconsejando, sugiriendo, pidiendo que hagas y que no quieres hacer?, ¿Qué es eso que ya sabes que te beneficiará en el futuro pero no estás haciendo porque aún no sientes dolor?, ¿Qué necesidad podría satisfacer eso que ahora no estás haciendo pero que no haces porque no sientes esa necesidad?

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *