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La respuesta a esta pregunta parece ser rápida, fácil y certera, y va desde un rotundo «no»; hasta una lista interminable de buenos deseos.
En muchas ocasiones he preguntado a diversas persona
s cómo se ven dentro de su profesión dentro de cinco, diez y quince años; las respuestas son muchas y variadas; sin embargo hoy quiero comentar aquéllas que parecen no tener nada que ver con el aquí y el ahora.
No es lo mismo tener una meta, un objetivo que un buen deseo, La Real Academia española define meta como «Fin a que se dirigen las acciones o deseos de alguien.» y define desear como «Aspirar con vehemencia al conocimiento, posesión o disfrute de algo.», «Anhelar que acontezca o deje de acontecer algún suceso.»
Como puedes ver, la diferencia es clara; la meta implica acción, ¿Qué acciones estoy tomado hoy para lograr la meta que me he fijado? ¿Cuáles acciones debo tomar?, estas son las preguntas que confirman la meta y la visualizan a partir del presente, las respuestas a estas preguntas son lo que en principio convierten nuestros buenos deseos en metas.
Si hoy soy programador y mi meta en cinco años es ser administrador de proyectos o arquitecto de sistemas tendría que preguntarme si sé cuáles acciones debo tomar hoy para lograr esa meta, cuáles deberé tomar el próximo mes, el próximo año; preguntarme si sé qué se debe estudiar, en dónde, cómo puedo practicar. Si hoy soy empleado y en algunos años quiero tener mi propio negocio deberé preguntarme qué estoy haciendo hoy para lograr esa meta, si tengo claro qué negocio me gustaría tener, si sé cómo hacer un plan de negocios, en dónde puedo aprender lo que aún no sé, en dónde y qué requisitos debo cumplir para acceder a financiamiento.
Debo tener claro qué estoy haciendo hoy, qué debo comenzar a hacer, para cuándo quiero cumplir mi meta, qué es lo que deberé hacer en el mediano y largo plazo. Las palabras clave son: acción, hacer, saber.
Te invito a que te plantees estas preguntas, te aseguro que lo que sea que te respondas te servirá mucho, sentirás mucho más cercana tu meta y comenzarás a entender que los buenos deseos son apenas la semilla del éxito que buscas y que para que germine debemos ponernos en acción.
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