Zona de Confort Como Plataforma No Como Pretexto
En este artículo parto de dos premisas:
- No se tiene enfermedad alguna
- Se cuenta con metas a alcanzar

La zona de confort se ha manejado como una «zona mala» en la que no se crece y nada se hace o se logra, pero si nos atenemos a la definición anterior podremos verla desde otra perspectiva más constructiva.
Para empezar, según la definición en la zona de confort las personas operamos, es decir no estamos «congeladas», continuando vemos que se opera en «ansiedad neutral»; es decir que operamos en un estado medio de alerta y disponibilidad para enfrentar riesgos y amenazas.

Si estás en una zona en la que operas, y no necesitas estar alerta y en preparación para enfrentar riesgos entonces no debería haber nada que te impida hacer todo lo que te propongas en esa zona, no debe haber riesgo alguno ni miedo a enfrentarlo que sea más capaz que tú.
Si no estás haciendo algo que quieres hacer por miedo a hacerlo entonces sí, necesitas abandonar tu zona de confort porque el nivel de ansiedad te está obstaculizando.
Pretextos
Si en tu zona de confort operas y tu ansiedad se mantiene en un nivel «moderado» pero no logras lo que quieres entonces ¿Cuáles son los pretextos que tu te estás diciendo para no avanzar?, ¿Realmente necesitas salir de tu zona de confort o sólo necesitas convencerte de que puedes hacer lo que quieres hacer?
A continuación y para ejemplificar a qué me refiero te platico lo siguiente:
La aspiración de la protagonista de mi relato es ser una mujer independiente económicamente, y para lograrlo se pone en acción comercializando productos de belleza. Para emprender, cuenta con la ayuda de su esposo quien desde ese momento funge como su socio capitalista.
A través del tiempo esta mujer no consigue los logros esperados; cuenta con el apoyo incondicional de su familia en general y de su esposo en particular para invertir dinero, tiempo y esfuerzo en su negocio pero ella dice no sentirse satisfecha ni feliz, de hecho se siente frustrada porque no ve los resultados que ella soñó y que además le prometió a su familia.
De acuerdo a lo que ella relata, los momentos en los que obtiene mejores resultados es cuando ¡Se

pelea con su esposo!, pero cuando están bien ¡No consigue resultados!, cuando se ve más a detalle esta situación se nota que cuando están peleados ella sí trabaja pero que cuando están bien ella ¡No trabaja!.
Ella ha caído en un círculo vicioso conflicto – trabajo – tranquilidad – inactividad – conflicto y además este círculo ha venido a formar parte de los reclamos y desavenencias con su esposo con cada vez mayor relevancia.
Es decir, cuando ella está en condiciones totales de operar bajo ansiedad moderada, se congela, y cuando el estado de ansiedad sube entonces es cuando trabaja.

A pregunta expresa ella responde que cuando no está peleada con su esposo se siente tranquila, en paz aunque todos los otros temas en su vida sigan su curso y ella los siga atendiendo, con el mismo esmero y cuidado de siempre.
Cuando están peleados es cuando dice que ya quiere ser independiente, que ya no quiere tener que pedirle nada a nadie.
En el ejemplo anterior podemos ver que lo que por definición es la zona de confort se tiene precisamente cuando la protagonista y su esposo están en buenos términos, es entonces cuando los riesgos son prácticamente nulos, es entonces cuando está cómoda, cuando no hay miedos y es cuando sus esfuerzos por alcanzar su meta se hacen nulos. La mujer en cuestión sale de su zona de confort cuando se dan las condiciones ya mencionadas pero regresa a ella cuando la situación cambia, el resultado: Resultados insatisfactorios
Ese círculo vicioso se crea y se retroalimenta a partir de la creencia de que la independencia y la necesidad de trabajo se origina en la carencia de algo, en este caso en la carencia del bienestar con el esposo.

Como puedes ver, este vaivén o entrada y salida de la zona de confort, está motivada
por un pensamiento y sentimiento de carencia.
La carencia no sólo impide salir de la zona de confort, también sabotea lo que sí se puede lograr dentro de ella.
Sería mucho más lógico que los resultados del trabajo llegaran más rápido cuando no se tienen problemas con el esposo porque la mujer en cuestión trabajaría completamente enfocada en lo que está haciendo y no en lo que siente que está en riesgo de perder que es el apoyo de él.
Carencia y Tu Zona de Confort

Salir de la zona de confort a partir del pensamiento y sentimiento de carencia implica forzosamente el retorno a ella porque no se encuentra satisfacción fuera, no hay un criterio o argumento que empodere para permanecer fuera de ella y construir otra.
[piopialo vcboxed=»1″]#Coaching Pensamientos y sentimientos de carencia desmotivan para dejar la zona de confort[/piopialo]
Si bien es cierto que se sale de la zona de confort para lograr algo que en ella no se alcanzaría también es cierto que se debe salir con el empoderamiento suficiente como para no retornar, porque de otra forma sólo se refuerza la idea de que «no se puede» soñar, hacer, y lograr algo diferente.
[bctt tweet=»#Coaching Empoderamiento es el arma para que dejes tu zona de confort y construyas otra»]
Abundancia
El principal motor, piedra angular, base, requisito o fundamento del empoderamiento es el pensamiento de abundancia. Toda la abundancia de recursos, fortalezas, talentos y experiencias propias, internas que tu tienes.
[piopialo vcboxed=»1″]#Coaching La base del empoderamiento es el pensamiento y sentimiento de abundancia interior[/piopialo]
En el ejemplo que utilizo en esta ocasión, la abundancia de la protagonista no es vista por ella misma. Ya no debe demostrarse a sí misma que puede trabajar, que puede vencer todos sus obstáculos para ser independiente, para emprender, para soñar y actuar en consecuencia. Lo que la está motivando a dejar su zona de confort y al mismo tiempo la jala hacia ella es pensar en lo carente.

Abandona su zona de confort cuando piensa y siente posible quedarse sin la aceptación, el apoyo, y la protección económica de su esposo, esto sucede cuando se pelea con él, pero cuando todo marcha bien entre ellos entonces desaparecen los pensamientos de carencia y vuelve a su zona de confort en la que pasa a segundo plano su sueño y por lo tanto abandona cualquier acción para lograrlo. No explota todo lo que tiene en la zona de confort porque no ve lo que sí tiene, porque se mueve sólo a partir de la carencia no de la abundancia.